Preguntas Frecuentes

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Ventanas de una o de dos hojas con una apertura lateral total. La principal ventaja, es su cierre completamente hermético que favorece un mayor nivel de aislamiento térmico y acústico. Con estos sistemas de carpintería, tenemos multitud de combinaciones constructivas, de apertura y de herrajes.

Ventanas que se abren inclinándose ligeramente de arriba a abajo hacia el interior. Su apertura total no es posible, por lo que no permiten asomarse. Se suelen utilizar en oficinas, baños y garajes.

Se denominan ventanas oscilobatientes a las ventanas que tienen dos posibilidades de eje de giro para su apertura, uno vertical y otro horizontal, de forma que desde la misma manivela (cremona) se puede optar por abrir en una forma u otra con un simple giro. Es decir, que al tradicional sistema de apertura practicable con giro sobre el eje vertical, se le ha agregado una funcionalidad abatible, que nos permite configurar la apertura de cada ventana de dos formas: superior y lateral, lo que posibilita escoger el tipo de ventilación.

En las ventanas corredera las hojas se deslizan de forma horizontal. Este tipo de carpintería no ocupa espacio adicional al abrirse. Entre sus inconvenientes: el ángulo de apertura está limitado a una hoja, el 50 por cien de la ventana permanecerá cerrado, el cierre no suele ser tan estanco como el de una practicable y hay que retirar las hojas del marco para una limpieza total.

Las ventanas correderas elevables basan su funcionamiento en un sistema en el que las hojas se montan con un mecanismo que permite la elevación de la misma en la maniobra de apertura y el descenso en la de cierre, de manera que la puerta cerrada descansa sobre juntas de estanqueidad longitudinales inferiores y superiores produciéndose su enclavamiento en cualquier posición.

La balconera osciloparalela reúne el sistema corredero con el practicable y el oscilo-batiente. En definitiva todas las soluciones en un mismo sistema. Su sistema de cierre a presión es muy eficiente. Sólo disponible con hoja vista.

Un parasol o celosía es un sistema de protección solar formado por una lama fabricada en PVC o aluminio, que sirve para cubrir superficies arquitectónicas.

Las cortinas de vidrio son un cerramiento panorámico acristalado sin perfilería vertical, ideales para aprovechar y dar valor a los espacios abiertos de su vivienda o negocio. Es el sistema de acristalamiento más aceptado en la mayoría de las comunidades de vecinos, gracias a su versatilidad en la fabricación. Esta clase de cerramiento aporta a los usuarios espacios más acogedores y confortables sin renunciar al diseño, la estética y la funcionalidad.

Las barandillas de vidrio destacan por su diseño, transparencia y minimalismo. Utilizando un único perfil de aluminio es posible realizar tres tipos de instalación: en superficie, embutida o lateral.

La función esencial de las mallorquinas de aluminio es combinar la contraventana de la vivienda con la persiana. Las lamas de las mallorquinas de aluminio pueden ser fijas u orientables, poseyendo estas últimas un triple ajuste para evitar la luz entre lamas y así ofrecer la máxima comodidad en el interior del hogar.

Los techos con paneles fijos, son ideales para ampliar un salón, la cocina, resguardar su vehículo de los cambios climáticos, o hasta incluso crear un despacho o sala de juegos para los más pequeños de la casa, ofreciendo sobre todo un aislamiento termo acústico de alta resistencia e instalando una manta de ceradel, evitamos filtraciones de agua y conseguimos un mayor aislamiento térmico/acústico.

Con un techo móvil, disfrutará durante todo el año de su piscina, terrazas, patios, cerrándolo para resguardarse de la lluvia, o dejándolo abierto y pasar una agradable velada bajo la cálida brisa del las noches de verano, ya que permite una apertura de hasta el 75% del total de espacio, cubriéndolo con materiales como el policarbonato o un vidrio resistente a los impacto, y así, al mismo tiempo, poder disfrutar de los lugares que le rodean.

Los techos móviles, le dan la opción de instalarlos de forma manual o con motor y mando a distancia para una sencilla y cómoda apertura del producto.

Las persianas son elementos solidarios a la ventana que normalmente van colocados en ella de fábrica. Las ventajas que podemos sacar de este elemento, además de la obvia de oscurecer la habitación cuando queremos descansar y en el exterior hay luz, son el aumento del factor solar y la mejora de la transmitancia térmica.

Los toldos son elementos que pueden incidir sobre el factor solar pudiendo reducirlo a 0 si está correctamente posicionado, pero con la ventaja de que dejaría pasar la luz solar.

Con estos elementos hay que tener en cuenta que hay días que no se podrán usar debido al viento, ya que estos elementos son frágiles.

La transmitancia térmica de la ventana determina la pérdida (invierno) o ganancia (verano) térmica que habrá entre la parte interior y exterior del cerramiento debida única y exclusivamente a la diferencia de temperaturas.

La transmitancia térmica se realiza mediante un cálculo proporcional de los componentes de la ventana, marco y vidrio. De esta forma, el vidrio en este caso será el factor determinante para conseguir el mayor ahorro energético.

En este aspecto hay que tener en cuenta que diferentes sistemas de carpintería, con distintos materiales, tendrán diferentes proporciones marco/vidrio. En cualquier caso, el marco es siempre el punto débil de esta unión por lo que interesa que el marco represente el menor porcentaje posible de la ventana, así como que este tenga un bajo coeficiente de transmitancia térmica.

La permeabilidad al aire determina el flujo de aire que habrá entre el exterior y el interior de la ventana. Por este flujo de aire se pierde la mayor cantidad de calor entre las dos partes de la vivienda.

En este caso, hay que tener en cuenta dos factores:

  • Permeabilidad al aire cuando la ventana es nueva.
  • Estabilidad dimensional de la ventana: Esto viene determinado por el material del que está compuesta la ventana (plástico/metal) que determinará su durabilidad con el paso del tiempo.

Estos dos factores van a determinar la permeabilidad de la ventana a lo largo de la vida útil de la misma. Por lo que por un lado hay que seleccionar una ventana con la menor permeabilidad al aire posible y por otro elegir una ventana de un material lo más durable posible.

El factor solar es un tercer elemento que, dependiendo de la ubicación del cerramiento, tanto en términos geográficos (clima) como en térmicos de orientación (norte, sur, este u oeste), determinarán la mejor opción.

El factor solar representa la energía solar que atraviesa el vidrio del total de la energía que incide. Para cada zona climática se debe requerir una ventana con diferente factor solar para ayudar a calentar la vivienda o protegerla del sobrecalentamiento.

La elección de una ventana adecuada pasa porque sea luminosa.

Una ventana es luminosa cuando el porcentaje de vidrio es lo mayor posible , de esta forma dejará pasar mucha luz. Por ello se debe elegir una carpintería en la que el nudo marco/hoja tenga la menor anchura posible.

El aislamiento acústico es un factor muy importante , sobre todo en ambientes urbanos. El aislamiento o atenuación acústica nos indica lo que van a ser “silenciados” los ruidos del exterior.

La mejora acústica se consigue principalmente controlando dos factores:

  • La permeabilidad al aire sea muy baja (Clase 4): En ocasiones, el ruido “extra” atraviesa los cerramientos porque éstos realmente no cierran de manera hermética. De esta forma, la elección de una ventana con alta permeabilidad al aire, y un material que garantice que dicha permeabilidad se va a mantener con el tiempo, es de gran importancia.
  • Vidrio de altas prestaciones acústicas: La elección de vidrios laminados, el uso de diferentes espesores en las lunas, etc. hacen que las prestaciones acústicas mejoren sustancialmente.

En caso de incendio se suscitan diferentes riesgos:

  • Riesgo de intoxicación en el caso de que los materiales que se incendien sean tóxicos en su composición.
  • Riesgo de que las vías de escape queden obstruidas porque las puertas o ventanas queden inutilizadas, etc.

La elección correcta es optar por una ventana fabricada en un material resistente al fuego y que en su composición no contenga materiales tóxicos.

La mejor elección en este caso es siempre una ventana de aluminio, ya que tiene la temperatura de fusión más alta entre los materiales que se utilizan para fabricar ventanas, y no contiene elementos tóxicos en su composición.

La elección de una ventana o una puerta es muy importante a la hora de dificultar los robos, dado que van a proporcionar la resistencia necesaria para evitar los mismos.

Asimismo hay que elegir un vidrio acorde que proporcione la seguridad adecuada al uso que se va a dar al cerramiento. Por este motivo, en ventanas y puertas fácilmente accesibles hay que elegir un material resistente a la fracción, que vendrá determinado principalmente por la resistencia del mismo.

El material utilizado para fabricar ventanas más seguras es el aluminio, ya que es el que mayor resistencia aporta. Paralelamente a la elección del material, hay que elegir un vidrio en consonancia, de esta forma los vidrios laminados son los que más resistencia ofrecen, aumentando ésta con el espesor de las lunas.

Además del material con el que está fabricada la ventana y el vidrio hay que elegir un herraje que proporcione la seguridad adecuada, y en su elección se deben tener en cuenta el número de puntos de cierre que se coloquen y por el tipo de cierres.

La rotura de puente térmico (RPT) en las ventanas de aluminio es una de las características principales a la hora de obtener los mejores estándares de aislamiento térmico. Un puente térmico es una zona donde se transmite más fácilmente el calor, por las características del material o por su espesor. Esto ocurre en las ventanas de vidrio aislante con marco de aluminio. El doble cristal es un aislante muy bueno, pero el aluminio es un metal conductor, y puede dejar escapar una pequeña parte de calor. Es por eso que en invierno pueden aparecer pequeñas gotas de agua condensada en los marcos de la ventana.

Para evitar esta transmisión de calor, se usa la rotura de puente térmico. Consiste en evitar que la cara interior y exterior tengan contacto entre sí, intercalando un mal conductor, con lo que se reducen mucho la pérdidas. Para las ventanas de aluminio suele utilizarse un perfil separador de plástico embutido en el propio perfil de aluminio que conforma la ventana.

Las ventajas del uso de la rotura de puente térmico son:

  • El ahorro de energía. La legislación es cada vez más estricta en materia de eficiencia energética de los edificios ya que el objetivo es reducir la emisión de CO2.
  • La limitación de la condensación. En climas fríos cuando la temperatura exterior es muy baja y en el interior hay una humedad relativa elevada, se da el fenómeno de la condensación sobre los perfiles interiores. Ello es debido a que la temperatura del perfil interior está por debajo del punto de rocío. Con la rotura del puente térmico se consigue elevar la temperatura superficial del perfil interior, en consecuencia se restringe la aparición del rocío.
  • Permite que el acabado interior y exterior de las ventanas pueda ser diferente, permitiendo así mantener la estética exterior del edificio y dar a su vivienda un estilo propio y diferenciado.
  • Cumple con las exigencias tanto del Protocolo de Kyoto como del nuevo Código Técnico de la Edificación.

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